
El turismo es un gran motor económico en nuestro país. Según un artículo publicado en www.apartamentostemporales.com y escrito por Eduardo Santiago Fernández el turismo aportó en 2019 el 15 % de nuestro PIB, con unos ingresos totales de 190.000 millones de Euros y un número importante de empleos muy significativo. Los apartamentos turísticos preveían por su parte un rendimiento muy elevado general para el año 2020, pero ¿qué ha pasado con ellos tras la pandemia?
Desde el nacimiento de plataformas como Airbnb, España se ha convertido en uno de los destinos con mayor oferta turística en alojamientos vacacionales, llegando a superar incluso la oferta de casas con un contrato de alquiler tradicional.
Ante esta situación han ido surgiendo quejas de vecinos muy afectados por el descontrol del alquiler de alojamientos: casas ruidosas, barrios plagados de turistas, visitas masivas… Llegando incluso a verse obligados a cambiar su lugar de residencia. El sector hotelero también se ve fuertemente afectado y exige por su parte una regulación más severa para el negocio de los pisos turísticos.
Esta nueva forma de turismo ha invadido ciudades enteras obligando a los ayuntamientos a plantearse la situación con una visión muy crítica. El caso más significativo es el de la ciudad de Barcelona.
Situación Previa al Covid

Barcelona siempre ha sido una de las ciudades más visitadas del Estado. Con importantes monumentos como la Sagrada Familia, el Parque Güell, Casa Batlló, el ambiente estudiantil, y su peculiar comercio han contribuido a que cada año acumule miles y miles de visitas.
Con el tiempo, el turismo se ha convertido en uno de los motores económicos más importantes de la ciudad, generando muchos puestos de trabajo en el sector servicios y también nuevas oportunidades de negocio para el mundo de los alojamientos.
Sin embargo, lo que parecía una oportunidad de prosperidad económica se ha convertido en un arma de doble filo originado por una difícil gestión del turismo masivo que ha dado lugar a diferentes problemas con la población, como los que hemos mencionado anteriormente.
En febrero de este mismo año 2020, el Ayuntamiento de Barcelona a través del Teniente de Alcalde de Urbanismo, y del Concejal de Turismo, se vió obligado a advertir seriamente a las plataformas de alquiler vacacional de Airbnb, Homeaway y Booking para que dejaran de publicar alojamientos que no reunieran los requisitos básicos para ser alquilados en corta estancia. De lo contrario, se vería obligado a endurecer las sanciones y también a comunicar a la sociedad las ilegalidades cometidas, ya que serían negativas para toda la población barcelonesa.
La situación con este tipo de alojamientos tiene muy pendiente a Barcelona ya que a pesar de que el Gobierno de Ada Colau lograra reducir una gran cantidad de pisos ilegales, parece que están volviendo a resurgir como habitaciones sueltas, otra práctica que por el momento tampoco está regulada.
Sin embargo, en medio de esta guerra de instituciones, vacíos legales y mafias de alojamientos estalla una situación que nos pone a todos de nuevo en la casilla de salida, la Pandemia mundial del 2020, el Covid 019.
Situación tras la pandemia

El estado de alarma ha sido un golpe muy duro para casi todos los sectores, en especial el sector turístico, perdiendo desde marzo una cantidad muy importante de visitas internacionales.
El día 11 de mayo, de acuerdo a la Orden SND/399/20201, a medida que las diferentes zonas de España llegaban a la Fase 1 de la desescalada, posterior al confinamiento, los Hoteles y alojamientos turísticos se comenzaban a abrir muy poco a poco. Ese mismo mes fueron 1.567 de 20.000 los hoteles que volvían a desempeñar su labor en España. Estos datos se pueden comprobar en el la página oficial del Instituto Nacional de Estadística.
Pero sobretodo, donde hay mayor incertidumbre en el nuevo panorama es en los pisos turísticos, en especial en ciudades como Barcelona, donde a pesar de toda la problemática estaban en pleno auge.
Recordemos que todo comenzó con la cancelación de Mobile World Congress evento celebrado una vez al año organizado en Barcelona desde 1987 y que cada año acoge a cientos de turistas. Lamentablemente, la feria fue cancelada debido a la preocupación por el coronavirus, desencadenó una avalancha de cancelaciones que luego se fueron agravando por el estado de alarma.
En muy pocos meses los alquileres de corta estancia se han reducido de manera drástica. Entre los motivos, a parte del miedo de una crisis causada por el Covid 19, existe mucha desconfianza en las medidas de higiene ya que no se pueden controlar ni garantizar del mismo modo que en un hotel.
Esta nueva situación, sumada a los problemas con la ley de los pisos turísticos, ha hecho plantearse a los propietarios de este tipo de alojamientos cambiar su negocio y volver al alquiler tradicional.
En Barcelona ya son algunos los que han publicado su apartamento o piso en idealista para un alquiler de larga duración. Aunque también advierten que solo estarán disponibles en la plataforma mientras dure la crisis del coronavirus, cuando todo pase, volverán a los apartamentos de corta estancia.
Sea cual sea el futuro de los alojamientos, pisos o viviendas turísticas en Barcelona todavía es pronto para saberlo, pero, ¿creeis que esta crisis ayudará a regular y poner freno al descontrol? ¿O será simplemente algo pasajero?